El yeso de Albarracín, por otra parte, es un producto único en el mundo, ya que su fabricación totalmente artesanal hace que sus propiedades sean especiales y distintas a las de otras piedras. Idóneas para su aplicación en las construcciones de nuestra provincia. Y es que tanto su extracción como todas las fases del proceso de elaboración de este material se llevan a cabo de la manera más tradicional. Con las mismas técnicas que se empleaban atinadamente en el siglo X.
1.000 años después, desde Construcciones Garllen, estamos encantados de usar el yeso de Albarracín. Elasticidad, dureza e impermeabilidad son algunas de las propiedades que han llevado a este producto a formar parte de restauraciones tan prestigiosas como las de La Alhambra granadina o del Palacio de la Aljafería zaragozano.
Y, además, todo este proceso se realiza con el máximo respeto a las condiciones naturales y ecológicas de la zona. Esta premisa es parte de nuestra responsabilidad social corporativa. Somos turolenses y cuidamos nuestro entorno.